Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas y ganas, se vuelve realidad.

martes, 13 de septiembre de 2011


Me doy cuenta que cada cosa que hacemos, por más que la pensemos tres mil veces, llega un punto donde te arrepentís. Donde te das cuenta que lo hecho, está hecho y si te equivocaste ya fue, hiciste lo que sentías. CLARO, es muy fácil decirlo y leerlo, pero ¿aceptarlo?
Es muy loco como siento algo que empuja desde adentro a mi pecho, donde la respiración se me acelera, mi cabeza entra a dar vueltas y yo me repito una y otra vez, en voz alta,
“ya está karu, no te arrepientas, ya está, hiciste lo que tenías que hacer. Va a ser lo que Dios quiera, tranquila”. Y darme cuenta que sigo sintiendo un empuje desde mi interior que no está tranquilo, donde me encuentro ansiosa para que sea mañana y liberar, o seguro que, como siempre, pasan esos diez minutos donde te olvidas. Ah, y como soy muy estúpida vuelvo a recurrir lo que me hizo poner así.
No, no tengo problemas (jaja) pero es fija que
quiero caer, o sea busco sorprenderme tanto que ya entro a flashear muchas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario