En la toma de decisiones no hay vuelta atrás. Uno debe hacer sus ‘pro’ y ‘contras’ acerca de su próximo hecho. Y una vez que se toma bien la decisión, que se pensó y pensó, a hacerlo.
Nunca tomar una decisión porque estamos enojados, si no nos va peor. Y la respuesta termina siendo mucho peor de cómo estaba nuestra vida anteriormente.
Siempre el deseo, la furia, los celos, la envidia, hace que cometamos nuestros peores errores y saber que no hay vuelta atrás. Después uno se arrepiente, pero ya es tarde: lo echo, hecho está.
Le terminamos echándole la culpa a que la vida es una mierda, etc. ¿Por qué no se ríen de tantas estupideces que dicen y no aprenden a reconocer sus errores?
aprende a ser feliz sin depender de los demás; amate a vos mismo por sobre todas las cosas; disfruta de los pequeños momentos; di todo lo que sientas y piensas.
Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas y ganas, se vuelve realidad.
jueves, 16 de diciembre de 2010
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