Hay personas que dicen todo lo que les pasa sin importar herir, hay otras que luchan por decir la verdad y son tratadas por farsantes, hasta hay otras si le preguntan: contestan, también están aquellas que solo las dicen a quiénes realmente confían y otras como yo... Personas que sienten mucho y dicen poco, se guardan demasiado, estallan en estupideces y se lastiman a sí mismas.
Yo no se cómo funciona el mecanismo de los sentimientos pero una gran persona, que no se destaca por ser famosa, me explicó que se dice lo que uno siento con lo que uno piensa y el punto de encuentro es la garganta; a veces falla y uno dice algo que no siente precisamente o que no pensaba, y en la garganta tuvo una serie de choques. Sería cierto decir que eso sucede muchas veces en mí y así no tengo voz. Obvio que hay millones de personas que no les importa o que piensas que es porque soy gritona, pero nada que ver, a mí no me sale decir lo que siento... ¿Por qué? Por miedo.
¿Por qué se piensan que muy pocas veces soy tierna? ¿O que me cuesta abrir el corazón? Por miedo. A ser rechazada, insultada o no se... Pero me explicaron que yo tengo que empezar a decir lo que siento, porque guardarme las cosas me hace muy mal.
Igual hay algo cierto... Gracias a este blog puedo decir qué siento y para personas disfonicas como yo, es algo que sirve mucho la escritura.