No me doy vueltas con las mismas cosas pero se que cuando algo me llega muy adentro es complicado que se vaya tan fácilmente. Es verdad, cosas que me dicen gente muy querida para mí, me duelen y más si no me entero por ellos o si no son lo suficientemente francos conmigo. Pero si hay algo en lo que aprendí es que a veces las personas que menos crees que te pueden llegar ayudar son las que más te escuchan y te dan su punto de vista. Si hay algo que tengo de “bueno” es que me doy cuenta a quiénes contarle mis cosas y a quiénes no, y pienso dos veces antes de actuar, así estoy muy segura y luego no caigo con el cargo de consciencia de haberme equivocado y/o apresurado. Por eso, es que ahora, aunque se tarde, quiero agradecerles a aquellas personas que por más que no sean amigos de toda la vida, supieron escucharme o abrazarme cuando me vieron mal. GRACIAS por brindarme tanto afecto cuando más lo necesitaba.
aprende a ser feliz sin depender de los demás; amate a vos mismo por sobre todas las cosas; disfruta de los pequeños momentos; di todo lo que sientas y piensas.
Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas y ganas, se vuelve realidad.
lunes, 16 de mayo de 2011
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