Todavía no me hago la idea de que estamos a días de que se termine el 2010. Hace un mes volvía de Santa Teresita (enero – febrero) y hoy es la última semana.
Resumiendo, el año tuvo sus cosas, buenas y malas. “Gracias a Dios” no tuve pérdidas tan allegadas, pero tuve las típicas discusiones. Este año, algunas de mis metas fueron cumplidas mis quince, como principal; esa noche fue MI noche, en la cual hice lo que quise sin que me importara lo demás, disfruté, baile, me emocioné, reí, posé, hice absolutamente todo lo que quería hacer. Además tuve otras celebraciones hermosas, las cuales significaron en mi vida, y las disfruté muchísimo. Como es habitual y normal (seguimos en el planeta Tierra), tuve distintos tipos de conflictos, en lo cuales perdí personas que, realmente, significaban mucho en mi vida y había “crecido” con ellas: viendo los lados positivos, esto hizo que creciera más y aprenda cosas de la vida, para el futuro.
Si hay algo que para mí tiene un buen año, es el crecimiento mío. Crecí muchísimo, lo cual me sirvió (en su momento) y me servirá en el futuro, como una experiencia para no sufrir de nuevo.
En conclusión: fue un año bueno, con muchísimas discusiones, malos entendidos, cosas que no quería, decepción, desilusión, etc., donde no me arrepiento de nada ¿Por qué? Porque gracias a ello, aprendí a ser mejor, a valorar, a tolerar y, también, a saber quiénes me rodean y cuáles con las que realmente valen en mi vida.
De todo corazón, gracias a aquellas personas que hicieron de éste un mejor 2010. Me ayudaron, me escucharon, me comprendieron, me hicieron reír, me abrazaron, me hicieron fácil poder pasar este año con tantos cambios. Gracias. Los quiero muchísimo. Son mucho en mi vida. ¡Que tengan un feliz 2011!
Karu Stark.
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