Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas y ganas, se vuelve realidad.

miércoles, 4 de agosto de 2010

¡Adiós mundo!

Bronca, euforia, tristeza. Ya son emociones que van más allá de lo que me esté pasando. Sintiendo que lo que quiero no lo tengo, ni podré tenerlo. Sintiendo que comienzo desear de querer lo que me pase. Un sentimiento más allá de un simple o fuerte enojo, que ya se emite con una simple palabra, que es llevada por fuego,
como un deseo, un pedir de furia; en simples palabras, odio.
  • Odio de sentir la misma rutina, por primera vez en mi vida.
  • Odio de ir a un colegio sin un propósito, no le encuentro un propósito, es como ir a un lugar con mucho gentio pero sentirte sola, sin nadie que te estime.
  • Odio de vivir una vida la cual no estas de acuerdo, haciendo cosas por obligación, sabiendo que no es lo que te gusta y, DEBER, acostumbrarte.
  • Odio de no encontrar sentidos a los actos.
  • Odio de no efectuar hechos que deseo.
  • Odio de sentir que nada de esto sirve, que intentarlo lleva a dos respuestas: una es la satisfacción de un trabajo con un propósito logrado, y la otra respuesta es la decepción de un trabajo con consecuencias negativas; y la que me toca es la segunda.
  • Odio de que pudiera/quisiera sentirme mejor, estar mejor, y no lograrlo. Al rato sentirme fracasada.
  • Odio de darme cuenta que solo tengo quince años y quiero vivir mis veinte, viviendo sola, haciendo lo que se me antoje.
  • Odio de odiar la vida, en sentidos.
  • Odio de no encontrar la persona, la cual pueda expresarle cómo me siento.
  • Odio de odiar tanto (irónico)

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