Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas y ganas, se vuelve realidad.

domingo, 25 de julio de 2010


No creo en los cuentos de hadas, de fantasía, de princesas ni magia. Tampoco creo en los milagros ni en los dones, pero, finalmente, creo en las personas. Creo en la segunda oportunidad, sea por parte mía o de los demás.

Hay muchas cosas en la vida que me gustan, alegran. Y otras que me decepcionan, me entristecen y me angustian.

Amigas tengo muchas, algunas “más mejores” que forman mi grupo de ‘M.A’, otras normales en las que confío pero todo tiene un punto límite y otro tipo que son amigas a la distancia que cada vez que se juntan ‘son las mejores’. Y éste tipo último es el que más me duele en la vida y detesto; por eso intento alejarme de él.

Pero yo tengo opciones, como cualquier persona en el mundo, y cuando me alejo de alguientengo mis motivos y se porque lo hago, pero cuando temo muchísimo porque se que lo quela magia de esa amistad fue demasiado grande y se intentó sobrellevar a pesar de las distancias, es cuando pienso en la ‘segunda oportunidad’; de la amistad en sí.

No nos conocemos hace muchos años, pero desde que nos conocemos hicimos lo imposible para vernos casi siempre, hacer videos, fotos y por una semana hablar del tema que fue, y contarnos todo absolutamente todo. Y me lastima que ya no se así.

Siempre respeté tus amistades, como vos las mías, y aunque yo tenga “problemas de celos” las sigo respetando, porque estoy creciendo y estoy aprendiendo. Se que el puesto que tenía en tu vida ya no es más mío, y por más que sufra mucho lo acepto.

Soy de esas personas que luchan por lo que aman e intentan nunca rendirse; luché por nuestra amistad, y luché muchísimo, pero ya cuando el otro no responde y sientes que estás con una espada en frente a miles de soldados, es cuando declives. Mira que para decepcionarme cuesta y mucho, pero lo hiciste tan fácil con un simple frase que hizo perder el equilibrio a mi felicidad, y te juro que desde ese día esas palabras no se borraron de mi mente.

Esto no es ‘un echo en cara’, ni ‘hay que poner los trapitos al sol’ es un llamado de atención que viene socorriendo desde ya 2 meses.

Mili, ya no se como pedirle a Dios ni a nadie nuestra amistad, nuestros abrazos, nuestras charlas por msn. YA NO SE QUE MÁS HACER, nunca en mi vida perdí tanto el control de algo, y estoy desesperada. Juro que te extraño muchísimo, ¿Te acordas cuando te ponías celosa vos? Lo extraño.

Empezamos siendo primas y terminamos como Mejores Amigas y ahora qué? Y no me vengas con un “seguimos siendo amigas” porque me duele muchísimo el solo echo de pensarlo.

Karu!

No hay comentarios:

Publicar un comentario